En el procesamiento de ácido sulfúrico, la fiabilidad del equipo y la durabilidad de los materiales son esenciales para mantener un funcionamiento constante de la planta. Una de las causas más frecuentes de tiempo de inactividad no planificado es la falla por corrosión en los intercambiadores de calor, donde los materiales tradicionales como el acero inoxidable y las aleaciones de cobre a menudo se degradan rápidamente en condiciones ácidas severas. Los tubos de titanio para intercambiadores de calor, particularmente aquellos fabricados según las normas ASTM B338, han demostrado ser una solución muy eficaz para prolongar la vida útil operativa y reducir las interrupciones de mantenimiento.
El titanio Grado 2 y Grado 12 se utilizan comúnmente en aplicaciones de ácido sulfúrico debido a su excelente resistencia a la corrosión, incluso a temperaturas y concentraciones elevadas. A diferencia del acero, el titanio forma una película de óxido protectora y estable en su superficie, lo que reduce significativamente el riesgo de corrosión uniforme, picaduras y agrietamiento por corrosión bajo tensión. Esta propiedad hace que los tubos de titanio sean ideales para los intercambiadores de calor en plantas de ácido donde la fiabilidad del rendimiento es fundamental.
Jiangsu Hongbao Group produce una amplia gama de tubos de titanio para intercambiadores de calor con diámetros exteriores de 6 mm a 60 mm, espesores de pared de 0,5 mm a 2,5 mm y longitudes de hasta 18 metros. Nuestros tubos se utilizan en intercambiadores de calor de carcasa y tubos horizontales y verticales en instalaciones químicas que procesan ácido sulfúrico y subproductos relacionados. Aseguramos una calidad constante a través de procesos de fabricación avanzados, que incluyen recocido al vacío, laminación de precisión y pruebas de presión hidráulica.
La experiencia de campo muestra que los tubos de titanio para intercambiadores de calor pueden funcionar durante más de una década con una degradación mínima en condiciones de ácido sulfúrico, lo que reduce significativamente la necesidad de reemplazo o reparación. Esto se traduce directamente en menos paradas de la planta, menores costos de mantenimiento y mayor productividad.
El uso de titanio no se trata solo de prolongar la vida útil de los tubos, sino de mejorar la fiabilidad y la seguridad generales de los sistemas de procesamiento de ácido. Al minimizar los riesgos asociados con la falla de los materiales, el titanio ayuda a los operadores a mantener una producción estable y a cumplir con los exigentes requisitos del proceso.